Artistas

Mi obra se caracteriza por un lenguaje visual minimalista –pero potente– que invita al espectador a contemplar lo profundo y lo sagrado. Desafío los relatos históricos tradicionales a través del arte contemporáneo, creando obras que reinterpretan acontecimientos históricos, figuras y patrimonio cultural. Mi arte sirve como herramienta para cuestionar, reescribir y recontextualizar el pasado, celebrando la mezcla de culturas e identidades.
Mi obra refleja las cosas que yo observo y contemplo en mis días; mundos sutiles y mundos inmensos dentro de la naturaleza, como los movimientos del agua, las formas de la montaña, las formas transitorias e impermanentes de las nubes.
Antes de pintar, hago una infinidad de bocetos, proyectos previos para de ellos escoger con qué me quedo. […] Hay veces en que también modifico mis bocetos finales, si se quiere es como una especie de “geometría gestual”, donde de alguna manera no dejan de estar vivas la improvisación y la espontaneidad. No hay duda de que la geometría concreta es racional, para mí su esencia es ir combinando y componiendo con las formas geométricas que son de mi agrado como el cuadrado, el rectángulo, el triángulo, el círculo, el semicírculo. […] Así, en la medida en que voy ajustando la composición hago lo mismo con los colores, juego con su intensidad y busco el contraste. (José Rosabal, hypermediamagazine.com)
Cada una de mis obras cuestiona la sustancialidad de nuestra identidad simbólica, buscando extraer de sus grietas nuevas perspectivas que permanecían ocultas. Me interesa socavar la ilusión de realidad y el lenguaje allí donde trazan límites, barreras, fronteras a lo humano, imponiendo verdades últimas.
Inspirado por los recuerdos de su infancia, cuando se integró casi idealmente en la comunidad utópica en la que creció, después de que el pueblo fuera demolido y la comunidad se dispersara a otro lugar, el artista comenzó a dibujar, pintar y estudiar los fragmentos de casas que quedaban. Él explora los restos del pueblo en ruinas en busca de patrones de espacios, formas y orden parcialmente definidos. La experiencia que obtuvo de las secuelas de una comunidad que alguna vez fue feliz lo intriga y lo lleva a preguntarse cuál fue la fuerza invisible que diseñó y mantuvo ese entorno físico y mental urbano arcádico. ¿Cómo lo afecta?
Mi arte habla donde las palabras fallan, permitiendo a los espectadores sumergirse en la profundidad de mis espacios de color, explorar estos mundos de imaginación y redescubrir sus sueños.
En estas obras, donde convergen imágenes con características distintivas del clown y objetos de representación como pelotas u otros, busco presentar una crítica sociopolítica, utilizando elementos simbólicos y códigos encriptados para estimular la reflexión del espectador.
Surrealismo abstracto. Me interesa la abstracción paradójicamente asumida desde las técnicas clásicas de la representación. Parto de la gestualidad del automatismo, desde la mancha o el accidente y con ellos construyo apoyado en las líneas y en los tonos o valores de una reducida paleta de colores. Persigo crear una imagen o atmósfera surreal en donde las figuras amorfas y su relación con el fondo dan sentido a la espacialidad y teatralidad de la escena. Lo insinuado y sugerido toma cuerpo en disímiles texturas y volúmenes evocando la propia naturaleza interna y externa del hombre.
Mis pensamientos, mis ideas siempre simbolizan la realidad, la sociedad, la naturaleza, las emociones y otra forma de expresar la experiencia de un viaje de ciencia ficción, las memorias. Todo mi trabajo expresa la mortalidad y la morbilidad. La realidad de la vida, como el dolor, el amor, la alegría, la felicidad, la creación madura, etc., se plasma principalmente en mi escultura. Mi trabajo nos ha dado algunos mensajes sobre la educación más elevada, que no solo nos da información, sino que hace que nuestra vida esté en armonía con toda la existencia.
A primera vista podría creerse que el color es aplicado en trazos rápidos, frenéticos, pero es todo lo contrario. Antoine trabaja sobre lienzo, racionaliza cada pincelada, toma distancia y continúa el proceso. Sus creaciones son fieles a su naturaleza: enérgicas, pero al mismo tiempo equilibradas. […] En el presente afloran Basquiat y el bad painting en esa forma un tanto arremolinada de la pincelada, en la manera en que la figuración es casi nula, donde también se evidencia un gusto por la figuración abstracta y por el uso de diversos encuadres que hacen muy atendibles sus composiciones al proponer otras perspectivas de los motivos centrales.
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